‘Apificando’ un banco

Hoy en día las API son trendic topic mundial. En estos tiempos de globalización, cualquier aplicación depende de terceros para funcionar y es aquí donde las API juegan un papel importante, ya que son la forma más sencilla de permitir el acceso a los datos propios.

Una API permite la interconexión entre sistemas de organizaciones diferentes. Hoy en día, las empresas más importantes del mundo, de todos los sectores (Netflix, Tesla, Spotify, Twitter, Facebook, MasterCard, Amazon, Booking, Google…) se basan en ellas para exponer los datos sobre los que se cimientan sus servicios.

En el ámbito bancario, la exposición de API abre nuevas líneas de explotación de negocio, como crear una API que permita financiar compras a plazos y cobrar por cada cliente que usa este servicio a la tienda que utiliza esta API u ofrecer una API que permita la simulación de una hipoteca y facilitar la captación de negocio mediante prescriptores. Las API se han convertido en un producto que ningún negocio actual puede, ni debe, dejar a un lado.

En este contexto, CaixaBank Tech está impulsando la renovación de las aplicaciones de CaixaBank y el resto de empresas del Grupo mediante una arquitectura basada en microservicios, REACT y API, que permita, además, la transición de aplicaciones a la nube y la adaptación a los nuevos estándares mundiales. Pero, como todo, este proceso debe realizarse de forma controlada.

Gobierno de API: API Team de CaixaBank Tech

CaixaBank, como banco más importante de España, colabora para sus desarrollos con un gran número de proveedores y equipos. Obviamente, si cada proveedor y equipo diseñase y desarrollase las API sin unos estándares, el catálogo de aplicaciones de CaixaBank no sería uniforme ni coherente, lo que provocaría que el diseño y la implementación de los productos y servicios no tuviera elementos en común y que la experiencia de usuario por parte de los consumidores fuera muy diferente según los casos.

Por este motivo, dentro de CaixaBank Tech se ha creado el API Team, encargado de definir la guía de estilo de las API (API White Paper) y velar por su cumplimiento, tanto para CaixaBank como para las empresas del Grupo. Este equipo, por un lado, acompaña a todos los demás involucrados en la creación de API durante todo el ciclo de vida de desarrollo (modelado, diseño, implementación, aseguramiento de calidad y pruebas). Por otro, el API Team también ayuda a los equipos que necesitan y consumen API para ayudarles en su discovery. En definitiva, son los responsables del catálogo de API. Constituyen la primera puerta a la que llamar a la hora de trabajar con API.

La guía de estilo se basa en tres pilares fundamentales. Estamos hablando del estándar API REST y de las estrategias API FIRST y API as a Product. Estos tres pilares son conceptos manejados mundialmente que se aplican en cualquier ámbito relacionado con las API.

En el mundo de las API, REST (REpresentational State Transfer) es el todo en el desarrollo de servicios, ya que se trata del estándar más conocido y utilizado por ser muy eficiente. Esto hace que sea el estándar escogido cuando se trata de facilitar al usuario, tanto interno como externo, el uso de las API que forman el catálogo del Grupo CaixaBank. Respetar las normas básicas de este estándar a la hora de diseñar las API es tan importante que existe un criterio de calidad para otorgar la certificación muy parecido al de la certificación energética de los edificios. Los posibles valores de certificación son C, B, A y A+, siendo C el nivel mínimo, solo válido para API muy específicas de consumo exclusivamente interno, y A+, el máximo, para API desarrolladas cumpliendo totalmente el estándar REST y certificadas para su uso por cualquier usuario. Este nivel A+ es el objetivo para todas y cada una de las API del Grupo CaixaBank.

La estrategia API First consiste en considerar las API como lo más importante de todo, ya que, al fin y al cabo, son con lo que van a interactuar los clientes. La API es la primera interfaz de la aplicación y se comienza inicialmente por su diseño y documentación para posteriormente desarrollar la parte de back-end, en lugar de montar todo el back-end primero y adaptar después la API a todo lo construido. De esta forma, la infraestructura tecnológica depende directamente del diseño de los servicios, en lugar de ser una respuesta a su desarrollo: las API se modelan como parte de los procesos de interacción del usuario con el sistema.

En la fase de diseño de la API se debe invertir más tiempo, no solo por el equipo propietario de la API, sino también por parte de los stakeholders. Todo el trabajo realizado en esta fase previa a la escritura del código es muy valioso, puesto que la inversión para conseguir un buen diseño se verá ampliamente recompensada con una disminución de costes y plazos en la fase de desarrollo.

Mediante esta estrategia garantizamos que la API sea autodescriptiva y su uso, self-service; que sea entendible incluso sin documentación; que sea robusta de tal forma que sea muy difícil hacer un mal uso de ella, y que sea coherente, fácil de extender y escalable. Por otra parte, los beneficios son múltiples: los equipos de desarrollo, tanto consumidor como propietario, pueden trabajar en paralelo gracias a los mocks, de forma que se consigue una reducción del time to market de desarrollo de producto, una reducción de errores y una mejora de la garantía de una buena experiencia de usuario en su utilización.

Y, por último, la estrategia API as a Product determina que hay que tratar a nuestras API como un producto y actuar como propietario del mismo. Esto quiere decir que es necesario ponernos en el lugar de nuestros consumidores y entender sus necesidades de tal forma que se facilite la simplicidad, la comprensión y la usabilidad, y aprovechar el feedback que llegue de los usuarios para mantener su mejora continua: las API tienen su propio ciclo de vida. La adopción de esta estrategia facilita un ecosistema de servicios que puede evolucionar más fácilmente y usarse para experimentar rápidamente con nuevas ideas comerciales.

Comprometidos con el Grupo CaixaBank

Como hemos comentado, CaixaBank está inmerso en una fase de transformación de aplicaciones muy importante y cada una de las personas que formamos parte de CaixaBank Tech tenemos muy clara la base en la que nos debemos apoyar para llevar a cabo esta transformación: utilizar los beneficios de la tecnología para mejorar el servicio a nuestros clientes. Como miembros del API Team de CaixaBank Tech, trabajamos día a día para estar a la altura de lo que somos y lo que debemos ser: el primer banco del país y una empresa de referencia tecnológica.